La Broma Asesina (The Killing Joke)

La historia nos presenta un pasado para “Joker”. En este caso podemos observar un personaje de lo más normal, casado y a la espera de ser padre, que se ve envuelto en un atraco con el fin de obtener dinero para mantener a su familia después de haber sido despedido. Es aquí donde la primera diferencia psicológica se hace presente, es ahora cuando vemos que el personaje que hemos llamado “Joker” durante mucho tiempo, y del que no sabíamos nada de su pasado, nos muestra su lado humano y poco a poco una evolución hasta llegar a ser un delincuente sin escrúpulos por un motivo concreto y no porque haya surgido como tal.

Es en esta historia donde se nos representa la crueldad en persona, donde se enfatiza la macabra satisfacción que el villano tiene hacia el resto de la humanidad. Nos muestra un relato en el que “Joker” dispara a la hija del comisario Gordon y bromea acerca de ella, Bárbara, que era bibliotecaria y su paralelismo con un libro en el momento en el que cae de espaldas sobre una mesita con un tiro en el vientre. 

Es considerada una de las mejores historias del cómic de Batman, ya que en ella se representa la relación que mantienen ambos personajes. Sin embargo, la mayor importancia de La Broma Asesina radica en el hecho de que se ahonda en la parte más cruel y descabellada del  personaje del “Joker”. Se ve su afán por demostrar que cualquier persona puede volverse loca con una dosis de psicología adecuada. Lo que nos demuestra que el personaje, considerado como un demente, tiene cierta capacidad de discurrir perversos y psicóticos planes para demostrar que no está sólo en el mundo, que cualquiera puede acabar igual que él.

Al final vemos un Batman que sucumbe a la risa del “Joker” lo que nos deja divagando con el hecho de que quizá el guardián de Gotham también se haya vuelto loco como aquel al que está intentando combatir. De ahí la increíble fuerza psicológica y mental que produce el personaje que analizamos.