He pasado una noche muy rara, entre inquietud y paz.
Ayer vi Black Swan y hacía muchos años que no veía una película con la que tuviera un encontronazo de sentimientos, terror, angustia, armonía y un disfrute personal que no puedo describir. Bailé con la película, me metí tan dentro que no podía ver otra cosa que a Natalie Portman en su mejor actuación, no hacía más que sufrir y bailar con ella. Me quedé totalmente atrapada dentro de una película que no esperaba tan PERFECTA.
No quería que acabase nunca, pero necesitaba saber el final. El momento clímax de la película se hace desesperadamente necesario e interminable... Es una sensación extraña de definir. Sólo puedo decir que se merece todos los Oscars que le den... la música, los movimientos de cámara que acompañan el estado de ánimo de "Nina", en resumen, TODO.
Gracias Darren Aronofsky.
P.D Lo siento Sara por "copiar" entrada, pero necesitaba hacerlo.
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